"Hay que distinguir estas dos cosas. La primera es nuestra declaración clara sobre las consecuencias claras (...) [en caso de violación de las fronteras de Ucrania] y la segunda es el tema de North Stream 2", afirmó la fuente.
En cuanto al gasoducto, la situación constituye "un proceso legal y muy detallado", donde "no hay espacio para decisiones políticas", agregó.
Según la fuente, una rápida puesta en explotación del North Stream 2 también no afectaría los precios del gas a corto plazo.
Destacó que aunque Rusia sigue cumpliendo con todos los tratados, Alemania, por su parte, aboga por aumentar el suministro del gas.
"No podemos exigir a nuestros proveedores más de lo estipulado por los contratos, pero, por supuesto, en la situación actual, nos gustaría más oferta en el mercado para aliviar la tensión", confirmó.
El Nord Stream 2 es un gasoducto de dos ramales de 1.230 kilómetros, con una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos al año, el cual va desde la costa rusa hasta Alemania, pasando por el mar Báltico.
El proyecto, que se inició en septiembre de 2018, fue concebido para diversificar las rutas del suministro de gas y elevar la seguridad energética de Europa.
Se oponen al nuevo gasoducto Estados Unidos, que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto, así como Ucrania y varios países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
Moscú en más de una ocasión instó a dejar de politizar el Nord Stream 2, señalando que es un proyecto comercial provechoso tanto para Rusia como para la Unión Europea.
29 de noviembre 2021, 14:25 GMT