Más de 300 paracaidistas aterrizaron cerca de la región de Kostromá, ubicada a unos 350 kilómetros de Moscú.
Durante la maniobra realizada en pleno invierno, los militares salieron de la aeronave en un flujo continuo en intervalos de 0,7 segundos a una velocidad de unos 360 kilómetros por hora.