Para el 24 y el 25 de diciembre "se recomendará evitar concentraciones, comidas y contactos con los no vacunados, sobretodo en presencia de personas frágiles", informó el periódico.
El Ejecutivo planea obligar a someterse a la prueba del COVID-19 para cualquier evento, donde haya concentración de gente, incluso para los vacunados.
También permanecerá en vigor la norma que permite entrar en los interiores de los bares y restaurantes, en cines y teatros y asistir a las ceremonias públicas solo a los inmunizados o a personas que se han curado de la enfermedad en los últimos seis meses.
Además, volverá a ser obligatorio el uso de la mascarilla al aire libre.
Las restricciones planificadas están dictadas por el empeoramiento de la situación epidemiológica en Italia, que el 18 de diciembre llegó a 28.064 contagios diarios con el coronavirus, un nivel comparable con el del otoño de 2020.