"Para averiguar quién ha sacado provecho de la venta y la compra de divisas durante la volatilidad del tipo de cambio, hemos preparado una propuesta de investigación parlamentaria", dijo el presidente de la facción a periodistas.
Insistió que el Ejecutivo actual debe aceptar esta propuesta, si todo ocurre de forma transparente y nadie ha conseguido un beneficio.
El 16 de diciembre, el Banco Central de Turquía decidió reducir la tasa de interés del 15 al 14%, lo que provocó el desplome de la moneda turca hasta un récord de 18,4 liras por dólar.
Sin embargo, el 20 de diciembre la lira empezó a crecer después de que el presidente del país otomano, Recep Tayyip Erdogan, anunciara nuevas medidas para contrarrestar la volatilidad del tipo de cambio, en particular, el gobierno fomentará los depósitos en liras, compensando a los ciudadanos las pérdidas debidas a las fluctuaciones del tipo de cambio.
El precio de la lira turca comenzó a bajar desde mediados de octubre de 2021 ante la destitución, por decreto de Erdogan, de tres altos funcionarios del regulador, incluidos dos subdirectores.
Según informó a Sputnik el director financiero de la empresa de factorización Eko Faktoring, Arda Tunca, los tres funcionarios despedidos votaron en contra del recorte de la tasa de interés en una reunión bancaria que tuvo lugar en septiembre.
Erdogan, por su parte, aboga por bajarla, argumentando que la inflación está impulsada por las altas tasas de interés.
A su vez, los líderes de los principales partidos opositores acusaron al mandatario turco de incompetencia económica y pidieron las elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas. El presidente rechazó la solicitud, reafirmando que ambos comicios se realizarán en junio de 2023, según lo previsto.
17 de diciembre 2021, 13:54 GMT