El medio indica que las semanas antes de que los talibanes (movimiento bajo sanciones de la ONU por actividades terroristas) tomaran Kabul, la capital de Afganistán, fueron uno de los "períodos más mortíferos" para las fuerzas de seguridad afganas en dos décadas.
En los últimos cinco años, el número promedio de uniformados afganos muertos era de 8.000 al año. Según Zia, que cita informes oficiales del antiguo Gobierno afgano, en total 92.000 miembros del personal de seguridad de Afganistán fallecieron desde 2001.
El diario subraya que estas cifras representan el primer recuento de víctimas entre los militares del país, ya que el número de muertos ha sido clasificado desde 2017. Además, señala que pocas semanas antes de que los talibanes tomaran Kabul, las autoridades locales dejaron de registrar el número de muertos y heridos.
Los combatientes del talibán se hicieron con el control de buena parte de Afganistán en agosto pasado, el día 15 entraron en Kabul y tomaron el palacio presidencial. El presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país.
El 30 de agosto, las unidades de EEUU abandonaron de manera urgente el aeropuerto de Kabul, poniendo fin a casi 20 años de presencia militar de la OTAN en Afganistán.
El 6 de septiembre los talibanes anunciaron que tomaron bajo su control la provincia de Panjshir, la última que les oponía resistencia, y al día siguiente dieron a conocer la composición del gobierno provisional. Lo encabeza Mohamad Hasán Ajund, quien se desempeñó como canciller durante el primer gobierno del talibán.