"La participación de Ariel Henry en el asesinato del presidente Jovenel Moïse es cada vez más precisa. Debe ponerse a disposición de la justicia para facilitar la continuación de la investigación del magnicidio", escribió Joseph en Twitter tras citar un reportaje de The New York Times.
Según un reporte del diario estadounidense, Henry tenía "estrechos vínculos" con el principal sospechoso del asesinato, el abogado Joseph Felix Badio, y se mantuvieron en contacto antes y después del crimen.
The New York Times, aludiendo a funcionarios haitianos, aseguró que Badio fue a la residencia oficial del primer ministro en dos ocasiones, cuatro meses después del magnicidio, y pudo entrar sin obstáculos de los guardias de seguridad, pese a estar prófugo de la justicia.
Por su parte, Rodolphe Jaar, un empresario recientemente apresado por las autoridades dominicanas y acusado de financiar el magnicidio, aseguró que Badio y Henry tenían una estrecha relación que sería útil luego que el mandatario fuera derrocado.
El primer ministro asumió el poder dos semanas después de asesinato de Moïse, con la promesa de llevar a los responsables ante la justicia, pero en los meses siguientes la investigación se estancó.
Una organización de derechos humanos reveló en agosto que Badio y Henry mantuvieron conversaciones durante la jornada del magnicidio, y el entonces fiscal de la capital, Bed-Ford Claude invitó a comparecer al jefe de Gobierno, pero poco después fue despedido.
El primer ministro negó en varias ocasiones tener vínculos con los sospechosos, y sostiene que una de sus metas es apresar a los culpables.