En un comentario publicado en el sitio web de la Cancillería rusa, la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, denunció que el 17 de enero tuvo lugar un ataque contra Abu Dabi, perpetrado posiblemente con drones.
"Condenamos enérgicamente esa acción provocativa contra las instalaciones de la infraestructura civil de los Emiratos Árabes Unidos", dijo Zajárova.
Informó que "fueron atacadas instalaciones de la industria del petróleo y el gas, así como áreas poco pobladas cerca del aeropuerto de la capital. Varios tanques de combustible resultaron dañados, como resultado de su explosión al menos tres personas murieron y seis resultaron heridas".
La diplomática destacó que a Rusia le alarman "esos intentos de trasladar las hostilidades de Yemen al territorio de los países vecinos, que amenazan con una mayor escalada de la violencia".
Zajárova aseguró que Moscú insta al movimiento Ansar Alá, que previamente reivindicó el ataque, a abstenerse de tomar medidas que puedan provocar una agudización de la situación reinante en la región.
"Observamos con pesar que semejantes ataques son el resultado directo de la degradación continua de la situación en Yemen, cuyas consecuencias se sienten en gran medida en los Estados cercanos", subrayó la portavoz.
Zajárova resaltó que no existe ninguna alternativa a una solución pacífica de la situación en Yemen, mediante negociaciones inclusivas bajo los auspicios de la ONU, "para buscar desenlaces políticos que tomen en cuenta los intereses legítimos de todas las principales fuerzas políticas, grupos confesionales y regionales en Yemen".
La diplomática afirmó que Moscú pide nuevamente al enviado especial del secretario general de la ONU para Yemen "que intensifique sus esfuerzos de mediación".