Bautizada como tamarindo malabar, es nativa de Malasia e Indonesia. Sus frutos se usan tanto con fines medicinales, como en la gastronomía, gracias a sus beneficios para la salud y su insólito sabor.
No dudes en añadir el tamarindo malabar a tu dieta si quieres adelgazar, pues su pulpa —y, en menor medida, su piel— es rica en ácido hidroxicítrico, un compuesto capaz de bloquear la síntesis de los ácidos grasos, lo que lo convierte en un quemador de grasa natural. También reduce la transformación de los azúcares simples en grasas.
El tamarindo destaca por su efecto saciante y depurativo, algo que también lo convierte en un gran aliado de las personas con sobrepeso.
No obstante, también tiene sus contraindicaciones: se recomienda consumirlo con moderación si tienes problemas digestivos, si estás embarazada o de lactancia. Un estudio demostró que consumir altas dosis del extracto de esta planta también podría ser peligroso para los hombres, pues puede causar la atrofia testicular.
El tamarindo malabar también podría ser dañino para quienes sufren de trastornos mentales. En particular, su consumo puede agravar los síntomas de la demencia, la enfermedad de Alzheimer y el trastorno bipolar.
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