Los pilotos, que manejaban los cazas Su-35S y los Su-30SM, entrenaron tácticas ofensivas y defensivas, así como maniobras aéreas complejas para hacerse con una posición ventajosa durante el combate. Entre ellas, se puede observar en el vídeo compartido por el ministerio de Defensa ruso el combate en viraje, donde el objetivo es manejar la tasa de giro mejor que el enemigo.
Estos combates tuvieron lugar a entre 200 y 1.000 metros de altitud, y en el transcurso de ellos se emplearon las capacidades de supermaniobrabilidad de las aeronaves.
Con los avances tecnológicos de las últimas décadas se hizo más prevalente el llamado combate más allá del alcance visual, pero hay contramedidas y maniobras de evasión contra misiles, razón por la cual no se pueden desestimar por completo los combates a distancias mucho más cortas.
En estos combates cuenta más la pericia del piloto, pues esta le permitirá emplear de la mejor manera posible los misiles de corto alcance o los cañones para abatir a su enemigo.