El refresco oaxaqueño que fue desplazado por el poder de una marca trasnacional

Es el caso, por ejemplo, del parque de diversiones Reino Aventura, que fue desplazado por Six Flags, o Burger Boy, despedazado bajo el peso de Carl’s Jr., Burger King y McDonald’s.

Fue en la década de 1990 cuando una bebida azucarada dominaba las mesas oaxaqueñas: el refresco Rey, que sin embargo fue desplazado por la poderosa Pepsi.

A pesar de ser de la preferencia de los oaxaqueños, Rey fue perdiendo la corona con el arribo de la multinacional Pepsi, que desplazó la oferta de mandarina, toronja, tamarindo, piña, grosella, manzana y durazno para imponer su estilo y productos.

En 1998 los encargados del refresco Rey vendieron la empresa a un conglomerado extranjero con participación de estadounidenses, venezolanos y empresarios de Monterrey, quienes a su vez vendieron el refresco a Pepsi.

En septiembre de 2006 se produjo por última vez el refresco Rey y hoy se venden en línea botellas vacías de la marca como souvenir hasta en casi 25 dólares.

Sin embargo, todavía existe una marca de refrescos de Oaxaca en funciones: la firma Gugar.

"A través de sus distribuidores, Gugar está enfocada en la producción, distribución, comercialización y venta de refresco, agua y bebidas pasteurizadas para satisfacer las necesidades del cliente y crear valor para sus accionistas, empleados y otras audiencias clave consolidándose como una de las organizaciones refresqueras más eficientes y rentables del país", abunda la empresa.