Para que el AIFA pueda echarse a andar y nutrirse con más vuelos, el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, recortará alrededor del 30% de las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para que estos vuelos sean trasladados a la nueva terminal.
De acuerdo con el subsecretario de Transportes, Rogelio Jiménez Pons, la finalidad es que dicho porcentaje de operaciones se trasladen a Santa Lucía en un periodo de dos a tres años, reveló el funcionario en entrevista con el diario mexicano El Financiero.
"En dos o tres años buscamos bajar un 30%, sí, bajar de 60 (operaciones) el 30%; hay ciertas operaciones que no se deben hacer en la noche, es un plan a futuro, lo que va a pasar con el AICM que va a ser uno de los cuatro aeropuertos de la zona metropolitana: Toluca, Santa Lucía, AICM y Cuernavaca, esos a futuro van a tener que funcionar", detalló.
De acuerdo con Jiménez Pons, las autoridades no obligarán a las aerolíneas a volar desde el AIFA; sin embargo, se les darán estímulos a través de combustibles y otras cuotas aeroportuarias, que se encuentran en análisis con Pemex y Hacienda.
En una resolución publicada el pasado 3 de marzo en el Diario Oficial de la Federación, el Gobierno de México declaró la saturación de los edificios terminales del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en la capital del país.
De acuerdo con el documento, el AICM ha rebasado el número máximo de pasajeros que pueden ser atendidos de manera óptima por hora en cada edificio terminal en más de 25 ocasiones en el año.