"En una semana, las ventas de productos Kinder cayeron un 35%. Una consecuencia de la detección de salmonelosis en varios productos de la marca", dice el medio.
Señala que la drástica caída, debida a los 150 casos de infección registrados en varios países europeos, se produjo unos días antes de la Semana Santa.
Además, la empresa Ferrero, propietaria de la marca, registra una bajada del 10% de la facturación anual en todos sus productos.
La fiscalía de la provincia belga de Luxemburgo está investigando la contaminación con bacterias de salmonelosis que tuvo lugar en la fábrica de chocolate Ferrero en el municipio de Arlon.
Se trata de productos de la línea Kinder Surprise, Kinder Surprise Maxi, Kinder Mini Eggs y Schoko-bons.
El 8 de abril la Agencia de Seguridad Alimentaria belga (FASFC) suspendió el funcionamiento de la fábrica.
Asimismo, la fábrica quedó privada provisionalmente de la licencia y sus productos son retirados de los comercios.
La empresa sigue retirando productos de las tiendas de Europa y otras regiones del mundo, incluida Nueva Zelanda.
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