"Se encontraron unas 100 granadas de fragmentación y dos rifles en una bolsa que dos sospechosos dejaron en la frontera que se presume estaban destinados a ser utilizados para llevar a cabo ataques terroristas", dijo la Policía en comunicado este 26 de abril.
"El hecho de que se hayan incautado granadas de fragmentación, un arma inusual que aún no había sido incautada, hace sospechar que estaban destinadas a llevar a cabo ataques en lugares concurridos por civiles", agregó.
Los funcionarios de seguridad dijeron que están investigando si el contrabando se realizó en nombre del grupo terrorista libanés Hizbulá. Se sospecha que Hizbulá está intentando armar a árabes israelíes para que puedan cometer ataques terroristas en caso de que se produzca otra oleada de violencia.
El primer ministro, Naftali Bennett, elogió la operación y reiteró la sospecha de que las armas estaban destinadas a ser utilizadas en ataques terroristas, al tiempo que afirmó que las autoridades "continuarán hasta que reprimamos el crimen en la comunidad árabe".
El intento de contrabando se produjo días después de que la agencia de seguridad Shin Bet anunciara que dos árabes israelíes fueron arrestados por operar en nombre de Hizbulá, o bajo órdenes de Irán, para contrabandear armas a Israel.
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