"Debido a los cortes en el suministro de piezas provocados por el confinamiento en Shanghái, hemos decidido suspender las operaciones en mayo y junio", comunicó la empresa este 24 de mayo, al publicar el cronograma correspondiente.
La suspensión afectará 16 de las 28 líneas de producción en 10 de las 14 plantas que Toyota tiene en Japón.
"El plan de producción global para junio es de unas 850.000 unidades [250.000 en Japón y 600.000 en el extranjero]. Debido al impacto de la escasez de semiconductores, hemos ajustado nuestro plan de producción en decenas de miles de unidades a nivel mundial en comparación con la cifra proporcionada a nuestros proveedores a principios de año [2021]", declaró la empresa.
El plan de producción global para el período de junio a agosto es de unos 850.000 vehículos, y el plan para el ejercicio fiscal de 2023, de 9,7 millones de unidades.
En su comunicado, Toyota reconoce que es difícil mirar al futuro debido a la escasez de semiconductores, propagación del COVID-19 y demás factores, pero promete que continuará "haciendo todo lo posible para entregar la mayor cantidad de vehículos a los clientes cuanto antes".
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