"Los polacos incitan a los extranjeros a atacar a los guardias fronterizos bielorrusos", denunció el Comité Fronterizo del país.
La institución informó que hace algunos días los polacos intentaron organizar el cruce ilegal de la frontera por parte de un grupo de ciudadanos extranjeros en horas nocturnas.
El ente precisó que los militares polacos usaron potentes reflectores para cegar a los guardias fronterizos bielorrusos que habían acudido a impedir la entrada ilegal en el territorio.
Los extranjeros opusieron resistencia y atacaron con piedras, palos y spray de gas pimienta a los agentes fronterizos.
"Los extranjeros detenidos revelaron que los militares polacos les llevaron hasta la frontera, les entregaron sprays de gas pimienta y palos y les dieron instrucciones cómo usarlos contra los efectivos bielorrusos", puntualizó.
Estos actos, advirtió la entidad, ponen al descubierto el propósito de Polonia de generar provocaciones para desacreditar a Bielorrusia.
En abril, la ONG Amnistía Internacional (AI) acusó a las autoridades polacas de violar los derechos de solicitantes de asilo no ucranianos que entran por Bielorrusia.
Según Jelena Sesar, investigadora regional de AI, Polonia mantiene encerrados a los refugiados en centros de detención "sucios y superpoblados donde son sometidos a abusos y les niegan salir".
El comportamiento de Polonia, consignó, huele a "racismo e hipocresía. Polonia debe extender la admirable compasión que muestra hacia quienes entran en el país desde Ucrania a todas las personas que cruzan sus fronteras en busca de seguridad".
De acuerdo con varias fuentes, los refugiados maltratados por las fuerzas polacas provienen de los países de África, Oriente Medio y otras regiones.
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