"La causa penal contra los mercenarios que participaron en la preparación y conducción de las hostilidades contra la República popular de Donetsk se formó completamente (…) se puede imponer al acusado la pena capital, es decir, la pena de muerte", dijo Gavrílov a Sputnik.
Señaló que los materiales del caso fueron presentados a uno de los tribunales de la república para su consideración en cuanto al fondo, y que la investigación se completó sobre un grupo de mercenarios del Reino Unido y Marruecos.
Los detenidos, precisó, son sospechosos de cometer delitos en virtud de la segunda parte del artículo 34 —la comisión de delitos por un grupo de personas—, el artículo 323 —la toma del poder por la fuerza o la retención del poder por la fuerza—, y el artículo 440 (mercenario) del Código Penal de la RPD.
Según Gavrílov, la Fiscalía de Donetsk obtuvo "amplios testimonios de los ciudadanos británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, así como del ciudadano marroquí Saadoun Brahim, quienes establecen su participación en el cometimiento de estos actos ilícitos".
Los británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin se entregaron en Ucrania a mediados de abril. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general mayor Ígor Konashenkov, declaró que los mercenarios que llegaron a Ucrania no son combatientes según el derecho internacional humanitario, y que "lo mejor que les espera es una larga condena en prisión".
Más tarde, Pinner declaró que él y Aslin pidieron al primer ministro, Boris Johnson, que les ayudara a intercambiarse por el político opositor ucraniano Víctor Medvedchuk.
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