El pasado 23 de mayo en la ciudad iraní de Abadán, situada en la provincia de Juzestan, se derrumbó un edificio de oficinas. Anteriormente se informó que murieron 34 personas, otras 25 resultaron heridas y varias personas seguían bajo los escombros.
"Se estableció y se confirmó (...) la identidad de 43 fallecidos", dijo el vicegobernador de la provincia de Juzestan, Ehsan Abaspur, citado por la agencia.
El día del siniestro se reportó que se derrumbaron varias partes del edificio de oficinas, sepultando bajo los escombros a más de un centenar de personas.
La fiscalía de Abadán arrestó al propietario y el contratista de los trabajos de construcción del edificio.
Los medios comunicaron que durante una investigación se descubrió que las obras del edificio derrumbado habían empezado varios meses antes de recibirse el permiso de construcción, que además se emitió con irregularidades. También se construyeron tres plantas no planificadas.
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