"Japón ha ocupado una posición en extremo inamistosa con respecto a la Federación de Rusia. Tal posición no contribuye al desarrollo de las relaciones económicas y comerciales, las que incluyen también el diálogo energético", dijo a los periodistas.
Preguntado sobre las consecuencias que podrían tener para los accionistas japoneses los cambios que la parte rusa introduce en el proyecto Sakhalin-2, Peskov dijo que solo se promovió una iniciativa y todavía no se han tomado decisiones concretas.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo el 3 de julio que el G7 planea "crear un mecanismo para que la comunidad internacional deje de comprar el petróleo ruso a precios por encima de un límite superior". Este nivel, según los medios nipones, sería aproximadamente la mitad de los precios de importación actuales.
Peskov, al comentarlo el 4 de julio, señaló que esa declaración no significa que tales parámetros puedan quedar coordinados con otros países.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó el 30 de junio cambiar al operador de Sakhalin-2, proyecto de explotación de hidrocarburos en el mar de Ojotsk.
Según el decreto, los derechos y obligaciones del operador actual, Sakhalin Energy, se traspasarán a una nueva persona jurídica, constituida en Rusia en forma de compañía de responsabilidad limitada.
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