"Un total del 16% de las empresas industriales se sienten obligadas a responder a la situación energética actual con la reducción de la producción o al menos con un cese parcial de algunas áreas de negocio", escribe el ente en un comunicado en su página web.
La nota precisa que casi una cuarta parte de las empresas ya tomaron esas medidas y otro cuarto está en proceso de hacerlo.
El presidente de la DIHK, Peter Adrian, citado en el texto, calificó estas cifras de "alarmantes", porque "muestran qué fuerte efecto tienen los precios de energía permanentemente altos" sobre la producción.
"Muchas empresas no tienen más remedio que cerrar o trasladar la producción a otros lugares", dijo.
Según la DIHK, las más afectadas son las industrias de alta intensidad energética, donde el 32 por ciento de las compañías reducen completamente o parcialmente su producción.
Además, se destaca que la mayoría de empresas alemanas todavía no han logrado acuerdos sobre el suministro de gas para todo el año 2022, así que se enfrentarán en futuro próximo a los gastos considerables y riesgos de suministros.
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