Más de 6,2 millones de personas, o un 28% de la población, sufren inseguridad alimentaria moderada y otras 66.000 padecen de inseguridad alimentaria aguda, señala un informe publicado este lunes por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los mayores niveles de inseguridad alimentaria aguda se registran entre los trabajadores del sector público que se dedican mayormente a la producción de té, así como en los hogares encabezados por mujeres, en las comunidades tamiles y entre los esrilanqueses que subsisten gracias al programa de reducción de pobreza Samurdhi.
La producción de arroz, que es el alimento básico en Sri Lanka, cayó un 42% en 2022; la de maíz está un 40% por debajo de la media de los últimos cinco años; la importación de cereales cubre menos de la mitad de la demanda; y los precios de los alimentos, en alza desde el último trimestre de 2021, llegaron a acumular una subida del 90% anual en julio.
"Más del 60% de las familias comen menos y consumen alimentos más baratos y menos nutritivos. Esto ocurre cuando las limitaciones financieras han obligado al gobierno a reducir los programas de nutrición, como comidas escolares y alimentos enriquecidos para madres y niños desnutridos", cita el comunicado al director del PMA para Sri Lanka, Abdur Rahim Siddiqui.
El ejecutivo instó a "proporcionar asistencia alimentaria y nutricional inmediata a las comunidades bajo mayor riesgo para evitar un mayor deterioro de su nutrición".
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