"Este 18 de septiembre se cumple un año desde que se prohibió la asistencia de las niñas a las escuelas secundarias en Afganistán. Un año de conocimientos y oportunidades perdidas que ellas nunca recuperarán. Las niñas deben estar en la escuela. Los talibanes deben dejarlas entrar", publicó Guterres en su cuenta de Twitter.
Afganistán sigue sumergido hoy en una profunda crisis, tras dos décadas de conflicto armado entre el movimiento talibán (en la lista de sanciones de la ONU por actividad terrorista) y los Gobiernos que se sustentaban en el apoyo militar de Estados Unidos y otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El 15 de agosto de 2021, los talibanes tomaron Kabul precipitando la huida del presidente Ashraf Ghani y a principios de septiembre formaron un Gobierno interino liderado por Mohamad Hasán Ajund, uno de los fundadores del grupo insurgente.
El coordinador residente de las Naciones Unidas en Afganistán, Ramiz Alakbarov, denunció a mediados de agosto pasado la creciente marginación de la mujeres tras la vuelta de los talibanes al poder.
Según el diplomático, se observó en el último año un retroceso significativo de sus derechos económicos, políticos y sociales y una escalada preocupante en políticas y comportamientos de género restrictivos. La plena reintegración de las mujeres en la fuerza laboral, dijo el representante de la ONU, es esencial para transformar la economía de Afganistán.
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