"Por primera vez, la innovadora prueba rusa para diagnosticar la tuberculosis e identificar a los pacientes con alto riesgo de desarrollar un proceso tuberculoso activo se incluyó en las directrices consolidadas de la OMS, que son la principal prescripción para la comunidad médica mundial", afirmó Vasílieva.
Destacó también que este adelanto, que ya recibió un merecido reconocimiento mundial, es una prueba cutánea para detectar la infección por Mycobacterium tuberculosis.
"No da falsos positivos, lo que significa que la infección se puede detectar con precisión y se puede prevenir o detectar en una fase temprana", concluyó Vasílieva.