"Es obvio que la presión aumentará. Pero el Occidente está desanimado, porque las medidas ni contra Rusia, ni contra Bielorrusia conducen al resultado que se esperaba. Y el potencial serio de las sanciones de Occidente básicamente está agotado", declaró Román Golóvchenko citado por la agencia Belta. Al mismo tiempo, confesó que también hay dificultades interiores.
"Entre ellos se encuentran la inflación, una ligera disminución en el nivel de ingresos reales de la población, altas tasas de créditos, etc. Pero es también un precio por la independencia", señaló el primer ministro.
Según Golóvchenko, la economía bielorrusa resistió el golpe de las sanciones y pasó a un régimen de movilización, y afirmó que los oponentes no alcanzaron el objetivo, pero al mismo tiempo, todavía queda mucho trabajo difícil por delante.
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