Así, al poco tiempo del incidente, Alemania ofreció desplegar sus sistemas de defensa antiaérea Patriot sobre el territorio polaco para prevenir que se repita la situación. Al principio, los funcionarios polacos aceptaron la oferta, pero luego inesperadamente la rechazaron proponiendo que estos sistemas se desplieguen en la frontera de Ucrania.
Tal y como asegura el portal Defense News, para muchos observadores esta propuesta, hecha por el ministro de Defensa polaco, Mariusz Błaszczak, supone una manera de rechazar la oferta de su homóloga alemana, Christine Lambrecht. Ello se debe al hecho de que al aceptar la propuesta polaca, Berlín acabaría desplegando sus tropas en territorio ucraniano para operar dichos sistemas.
"Berlín apoyó a Kiev con armas y equipos militares, pero al igual que todos los demás miembros de la OTAN, también mantuvo a sus tropas lejos de la involucración directa en el conflicto. La aplicación de la propuesta de Polonia obligaría a Alemania a cruzar esta línea", destaca el columnista del portal, Jaroslaw Adamowski.
Aparentemente, Lambrecht es consciente de este hecho y respondió a Blaszczak diciendo que los Patriots ofrecidos forman parte del sistema de defensa antiaérea integrada de la OTAN, por lo cual, su potencial despliegue fuera del territorio de la alianza tendría que ser acordado con los demás Estados miembros.
El incidente del misil ucraniano ocurrió el 15 de noviembre cuando un proyectil de la defensa antiaérea ucraniana se adentró en el territorio polaco y mató a dos personas. El régimen de Kiev insistió en que dicho misil era ruso y que el Ejército ucraniano no tenía nada que ver, a pesar de que los hechos y las conclusiones de los servicios de inteligencia de EEUU apuntaban a lo contrario.