El plan era que Lionel Messi y compañía llegaran al Obelisco a bordo de un autobús para celebrar con los hinchas, pero no pudo ser así debido a la gran cantidad de gente que se congregó para corear y festejar a su selección, que no levantaba una Copa del Mundo desde México 1986.
De acuerdo con los datos preliminares proporcionados por las autoridades, en la capital se reunieron más de cinco millones de personas para recibir a los campeones.
El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Chiqui Tapia, lamentó que el caos y las aglomeraciones impidieran que los jugadores albicelestes y el cuerpo técnico pudieran celebrar en las calles con su afición.
"Los mismos organismos de seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar", acusó en sus redes sociales, donde también ofreció una disculpa.
La portavoz de la Presidencia argentina, Gabriela Cerruti, informó a través de su cuenta en Twitter que "los Campeones del Mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular".
"Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración!", hizo el llamado.
"La Selección llevó la Copa al cielo y dio una vuelta olímpica aérea", compartió, a su vez, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.
Las calles de Buenos Aires son una fiesta total desde la madrugada que llegaron los seleccionados argentinos. Incluso se reportaron algunos accidentes, como el ocurrido cuando un aficionado intentó saltar al autobús donde viajaba el equipo. Sin embargo, cayó tarde y se pegó contra el suelo.
Minutos después del incidente, circuló otro video en redes sociales donde se observa a un hombre siendo trasladado en camilla por los cuerpos de emergencia. Sin embargo, su estado de salud no le impidió seguir celebrando el triunfo de Argentina en Catar. Aunque en internet hay rumores de que se trata del mismo sujeto que se aventó del puente, no es posible confirmar el hecho hasta el momento.
En un día considerado histórico en el país sudamericano, la jornada fue declarada como día feriado por el Ejecutivo de Alberto Fernández, para que "el pueblo argentino pueda festejar en paz y unión, compartiendo la alegría con nuestros jugadores y su cuerpo técnico".
Con el capitán Messi en su esplendor, Argentina se coronó campeona mundial por tercera vez en su historia, a 36 años de la proeza de México 1986, tras derrotar el domingo a Francia por 4-2 en los penales durante un final electrizante que fue empatado 3-3 al término de la prórroga.
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