"Como consecuencia del impacto de cuatro cohetes con ojivas de alto poder explosivo en un punto de despliegue temporal, murieron 63 militares rusos. Se prestará toda la asistencia y el apoyo necesarios a las familias y amigos de los militares caídos", declaró el ministerio.
En la región de Jersón, las tropas de misiles de las FFAA rusas destruyeron un lanzador de artillería autopropulsada Krab, de fabricación polaca. Además, cuatro obuses ucranianos D-30 fueron destrozados en posiciones de tiro cerca del asentamiento de Serebrianka, en la RPD, añadieron desde el ministerio.
A su vez, la representación de la República Popular de Donetsk en el Centro Conjunto de Control y Coordinación de Crímenes de Guerra de Ucrania agregó que las FFAA ucranianas volvieron a bombardear el distrito de Kírov, disparando 12 proyectiles de calibre 155 milímetros, estandarizado de la OTAN.
Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.