Tal y como muestran las imágenes, los zapadores rusos emplean una gran variedad de medios técnicos a la hora de rastrear los edificios y desactivar los dispositivos explosivos. Según ha contado uno de ellos en una entrevista difundida por el Ministerio de Defensa, hay una enorme cantidad de estos artilugios esparcidos por todas partes.
Incluyen granadas, proyectiles de sistemas lanzacohetes múltiples, proyectiles de artillería, trampas con granadas y las llamadas trampas cazabobos —dispositivos explosivos camuflados como objetos inocentes—.
El especialista detalló que en su mayor parte logran llevarse estos artilugios lejos de las áreas residenciales y desactivarlos allí, pero algunos de ellos los tienen que neutralizar en el lugar donde los encuentran porque es demasiado peligroso moverlos.
En esta compleja tarea los zapadores cuentan con la ayuda de sistemas robotizados Sfera y Skarabey, que permiten inspeccionar los lugares de más difícil acceso sin tener que meterse allí personalmente. Esto permite evitar heridas y lesiones entre los zapadores a la hora de desminar las instalaciones. Dichos complejos permiten no solo detectar los explosivos, sino también destruirlos.
Los zapadores rusos ya han despejado las instalaciones de las fábricas Ilyich y Azovstal. Ahora están haciendo lo mismo en las áreas residenciales de Mariúpol.
18 de septiembre 2022, 14:08 GMT