"La situación en Siria es catastrófica, pero los logros de este país son mayores que sus capacidades. Haremos todo lo posible para restaurar las áreas destruidas y ayudar a las víctimas, enviaremos allí todas las reservas del Estado", indicó el mandatario.
Anteriormente, el presidente sirio y su esposa visitaron un hospital en la ciudad de Alepo, donde se encuentran ingresadas algunas personas que resultaron heridas a causa del terremoto.
"Es natural que Occidente politice la situación. En cuanto al humanismo, ha estado ausente tanto en el pasado como en el momento actual", subrayó el líder sirio durante la visita a Alepo, que fue transmitida por la televisión del país.
El 10 de febrero, la directora regional del Programa Mundial de Alimentos para Oriente Medio, Corinne Fleischer, llamó a suspender algunas de las sanciones que están vigentes contra Damasco, para que su organización pueda suministrar ayuda humanitaria a los ciudadanos sirios afectados por la catástrofe.
Dos terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 sacudieron el 6 de febrero varias provincias del sureste de Turquía y el noroeste de Siria.
Turquía, donde se localizaron los epicentros, sufrió el mayor golpe, con casi 19.000 muertos y más de 75.000 heridos confirmados hasta ahora.
Según el Ministerio de Salud de Siria, las víctimas mortales aumentaron a más de 1.347 y los heridos suman más de 2.200 personas.
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