"No puedo volver a perderlo de ninguna manera" dijo Lin, empleado bancario taiwanés de 38 años, al referirse a su hijo de dos años, quien al nacer había pasado 100 días en un hospital tras un parto prematuro.
El padre, al descubrir a su hijo flotando después del siniestro, tuvo que recurrir a la respiración boca a boca y hacerle masajes en el pecho para que recuperara el conocimiento.
Actualmente el niño se encuentra en terapia intensiva junto con su madre, Jiang Yuyin, ya que tragó mucha agua del río y su progenitora presenta múltiples fracturas óseas.
Por otra parte el periódico The United Daily, citado por la agencia Reuters, informó que poco antes de la catástrofe Lin Mingwei pidió permiso para cambiarse de asiento junto con su familia pues oyó un ruido que provenía del ala derecha del avión.
La familia se sentó del lado izquierdo, hecho que probablemente les salvó la vida, según afirma el diario.
El número de muertos a causa de la catástrofe asciende a 31, al menos 15 pasajeros resultaron heridos y 18 personas han desaparecido.
Anteriormente se informó que se encontraron las cajas las cajas negras del avión, lo que permitirá saber la causa del siniestro, pero ya se sabe i que unos minutos antes de caer el avión envió la señal de socorro a causa de varios problemas con el motor
La nave aérea era del modelo ATR-72 y a bordo se encontraban 58 personas, entre ellos 31 turistas chinos y cinco tripulantes.
El avión se dirigía al archipiélago de Kinmen y, según los medios, tras despegar desde el aeropuerto Taipei, Songshan, chocó contra un puente y cayó en el río Keelung.
Varios fragmentos de la aeronave fueron a dar sobre un taxi y causaron heridas a dos personas más más.