La asesora del presidente estadounidense para seguridad nacional, Susan Rice, anunció el 6 de febrero que Washington examina la posibilidad de prestar a Ucrania ayuda militar directa.
Moscú advirtió a Washington que el suministro de armas a Kiev provocará una nueva escalada del conflicto.
En contra del suministro de armas a Ucrania se pronunció la mayoría de políticos europeos.
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril del año pasado una operación militar contra los independentistas del este del país que se negaron a reconocer el cambio de poder que tuvo lugar en febrero pasado.
Según los últimos datos de la ONU, más de 5.400 civiles han perdido la vida en el conflicto, otros 12.900 resultaron heridos.
En septiembre se firmó en Minsk un acuerdo de armisticio que además incluyó ciertos puntos para el arreglo político del conflicto.
Sin embargo, el alto el fuego nunca se hizo sostenible, ambas partes se acusaron de violar la tregua y en enero reiniciaron las hostilidades a gran escala.
Los líderes de Rusia, Alemania, Francia y Ucrania acordaron realizar el 11 de febrero en Minsk una reunión con el fin de hallar un arreglo pacífico al conflicto en el este de Ucrania.