Con la reciente mejora de las relaciones entre Estados Unidos y su vecino del Caribe, Johnson decidió que era momento adecuado para hacer el viaje. Aunque el embargo técnicamente todavía existe, EEUU reabrió su embajada en La Habana en julio de 2015, después de relajar significativamente las reglas del comercio y de viajes a la isla.
El alcalde dijo que, en su opinión, las restricciones de viaje a Cuba son anacrónicas. "Es ridículo", dijo. "Puedo viajar a un país que está destruido por la guerra y es ofensivo para nuestra cultura y nuestro modo de vida, pero no puedo bajar 90 millas al sur y visitar un país que no es diferente a la Gran Caimán o las Bahamas".
Según el alcalde, las autoridades contactadas no apoyan el viaje, pero dijeron que ella es perfectamente legal. A la vez, la Guardia Costera de EEUU insta a Johnson a reconsiderar sus planes y advierte que el hecho puede tener "graves consecuencias", pues un número indeterminado de migrantes ya han muerto en el mar tratando de llegar al vecino país.
"Un viaje en una embarcación improvisada además de potencialmente mortal, también pone en riesgo innecesario la vida de los hombres y mujeres de la Guardia Costera que cumplen la ley de EEUU y mantienen a salvo todos aquellos en el mar", informó la representante de asuntos públicos del Séptimo Distrito de la Guardia Costera, Marilyn Fajardo.
Desde diciembre de 2015, cuando Cuba y EEUU anunciaron el inicio del proceso de normalización de las relaciones, el número de ciudadanos cubanos que buscan llegar a Estados Unidos aumentó. Esto se debe al temor de perder los beneficios de la migración.
Según las estadísticas, de octubre a noviembre del 2015, 773 ciudadanos cubanos intentaron llegar a Estados Unidos por el mar. Durante el último año fiscal que terminó en septiembre, 4.462 cubanos trataron de llegar a EEUU por vía marítima. En el año anterior, 3.940 cubanos intentaron esta medida.