Transnistria —el territorio denominado oficialmente como República Moldava Pridnestroviana, o Pridnestrovia— está ubicada en Europa del Este, dentro del territorio que anteriormente formaba la República Socialista Soviética de Moldavia, integrada en la URSS.
El área limita con Moldavia, al oeste, y Ucrania, al este. Tal como indica su nombre —Pridnestrovia se refiere a ‘cerca del río Dniéster'—, se sitúa mayoritariamente en la orilla izquierda de este río.
Con una población de unos 133.000 habitantes, la capital de Transnistria es la ciudad de Tiráspol y fue fundada en 1792 por el Mariscal de Campo ruso, Aleksandr Suvórov.
Transnistria mantiene un control de facto sobre la ciudad moldava de Bender (también conocida como Tighina), que declaró su independencia de Moldavia el 27 de enero de 1990. Sin embargo, las autoridades pridnestrovianas oficialmente no incluyen Bender en el territorio de la república.
La autoproclamada república no tiene salida directa al mar, aunque su frontera sur está muy cerca del mar Negro.
Los moldavos, rusos y ucranianos representan partes casi iguales en la población de la zona: un 32,1%, 30,4% y 28,8%, respectivamente. También un 2,5% de la población son búlgaros. De esta manera, la población eslava constituye un 62% del total de sus habitantes.
Las autoridades de la república emplean tres idiomas oficiales: ruso, moldavo y ucraniano. No obstante, el idioma de la administración, en su mayoría, es el idioma ruso.
El idioma moldavo es considerado como un dialecto del rumano, lengua romance emparentada con el idioma español. En el territorio de Transnistria el moldavo se escribe con alfabeto cirílico a diferencia del resto de Moldavia, donde se utiliza el alfabeto latino desde los años noventa.
¿Cuál es el estatus político actual de la región?
Transnistria se autoproclamó independiente de Moldavia en 1990.
Actualmente no es reconocida oficialmente como un Estado soberano ya que para la comunidad internacional la región forma parte de Moldavia. Sin embargo, goza del reconocimiento de dos entidades parcialmente reconocidas —Osetia del Sur y Abjasia— y de una no reconocida —Nagorno Karabaj—.

Las autoridades y la población de Transnistria han expresado en varias ocasiones su voluntad de convertirse en un sujeto federal de Rusia.
En concreto, en 2006 tuvo lugar un referéndum en el que el 97.2% de los votos fueron favorables a integrarse en Rusia. En 2013, el Consejo Supremo de Pridnestrovia aprobó el uso de la legislación rusa en el territorio de la autoproclamada república.
Sin embargo, hasta la fecha la posición oficial del Kremlin consiste en apoyar la integridad territorial de Moldavia, con Transnistria como una entidad autónoma dentro del país.
¿A quién pertenecía la región?
Históricamente, la región tuvo una mezcla de influencias de varias culturas y etnias. En la antigüedad, en el territorio de Besarabia —el resto de la Moldavia actual— vivían tribus eslavas, húngaras, tártaras y diversos pueblos nómadas. En el siglo XIII, aparecieron las colonias genovesas, y en el siglo XV, la región se sometió a la influencia otomana. En 1812, tras una guerra turco-rusa, Besarabia pasó a formar parte del Imperio ruso.
La URSS nunca reconoció la adhesión de Besarabia y buscó reincorporar la zona —la actual Moldavia— a su territorio. Con este fin creó la República Autónoma Moldava dentro de la República Socialista Soviética de Ucrania como una "base de partida" para la reintegración del territorio perdido.
En 1940 Moscú presentó un ultimátum a Rumanía para que devolviera Besarabia al seno de la Unión Soviética. Tras la entrada de las tropas soviéticas, Bucarest cedió el territorio, el cual fue unido por la URSS a Transnistria para crear la República Socialista Soviética de Moldavia.
Sin embargo, Besarabia permaneció poco tiempo dentro de la URSS: tras el ataque de la Alemania nazi contra la Unión Soviética, las fuerzas rumanas se aliaron con las alemanas y llegaron a ocupar Besarabia, Transnistria y los territorios ucranianos hasta el río Bug Meridional.
En 1944 las tropas soviéticas liberaron la región y la incorporaron de nuevo a la URSS, reestableciendo la República Socialista Soviética de Moldavia.
Moldavia permaneció en la URSS hasta 1991. Al disolverse la Unión Soviética, la república proclamó su independencia.
Las raíces del conflicto armado
Las autoridades de Moldavia ya antes de la caída de la URSS trazaron una ruta hacia la reunificación con Rumanía, proclamaron el moldavo como el idioma oficial, relegando al ruso de la mayoría de sus funciones, y cambiaron la escritura de la lengua moldava del alfabeto cirílico al latín.
La población rumanohablante defendía que los moldavos y los rumanos eran un único pueblo, así que eran partidarios de acabar con la independencia de Moldavia para después integrarla a Rumanía. Tales sentimientos iban en contra de los intereses de la población de Transnistria, en su mayoría eslava.
En 1990 —un año antes de la caída de la URSS— al temer la posible discriminación por parte de los rumanos, los habitantes de la región proclamaron la República Moldava Pridnestroviana. El entonces presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, declaró que esta proclamación no era válida.
Tras la declaración de independencia de Moldavia en 1991, las fuerzas armadas moldavas procedieron a retomar el control sobre la región.
La fase abierta del conflicto armado duró casi 5 meses, desde marzo hasta finales de julio de 1992. El conflicto se cobró la vida de un millar de personas y tuvo como consecuencia que Moldavia perdiera el control de la región.
Las tropas transnistrias se hicieron con el control de la ciudad de Bender en la orilla derecha de Dniéster, mientras las fuerzas moldavas lograron capturar varias localidades en el distrito de Dubasari, ubicado en la orilla este.
El conflicto se detuvo tras la intervención del 14º Ejército ruso, desplegado en Transnistria desde la época soviética. Los soldados rusos contribuyeron al fin de las hostilidades e iniciaron el camino hacia las negociaciones entre las partes opositoras.

A pesar de la paz lograda, el estatus político de Transnistria permanece pendiente de definición, ya que ambas partes no cambiaron su postura respecto a este punto.
La situación actual
El conflicto sigue congelado pero los recientes acontecimientos en Ucrania amenazan con reavivar la guerra.
El nuevo gobierno de Ucrania decidió bloquear la rotación de las fuerzas de paz rusas desplegadas en la región, puesto que las autoridades ucranianas las consideran una amenaza para Kiev.
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La dinámica del conflicto en la vecina Ucrania puede representar un peligro para Transnistria, dada su posición geográfica entre dos actores que se oponen a su soberanía política —Moldavia sigue manteniendo sus planes de integración con Rumanía, mientras que Ucrania está dispuesta a apoyar cualquier medida que esté en contra de los intereses de Rusia en la región—.