"Deja perplejo que los Estados miembros de la OSCE no hagan caso a la situación que se observa en Ucrania, se trata de muertes de personas por bombardeos contra sus casas en la zona de la llamada operación antiterrorista en Donetsk y Lugansk y de prisiones secretas del Servicio de Seguridad de Ucrania", dijo Yunoshev durante la reunión.
"En vez de reaccionar a estos hechos indignantes, vemos intentos infundados de nuestros socios occidentales de desviar el enfoque hacia Rusia, presentando acusaciones sin fundamento", dijo Yunoshev.
En abril de 2014, Ucrania lanzó una operación militar contra las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk que se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio violento de poder ocurrido en Kiev febrero del mismo año.
Las hostilidades han dejado más de 9.600 muertos y casi 22.500 heridos, según datos de la ONU.
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Pese a los Acuerdos de Minsk pactados en febrero de 2015 y varias treguas declaradas desde el inicio del conflicto, tanto el Ejército de Ucrania como las milicias de Donbás denuncian violaciones casi diarias.
La lucha antiterrorista no justifica las torturas
"La lucha contra las torturas es un asunto que exige no tanto discusiones, como las acciones conjuntas y coordinadas para acabar con ellas", dijo Yunoshev.
Destacó que "la convención de la ONU contra las torturas dice que no puede existir ningún motivo para aplicarlas, es decir no pueden justificarse por la lucha antiterrorista ni por la presunta necesidad de las cárceles secretas para retener a los sospechosos del terrorismo".
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El funcionario ruso declaró que avisos sobre torturas y otras violaciones de derechos humanos en las cárceles secretas causan preocupación y subrayó que "hay que poner límites a la lucha contra terrorismo, también respecto a las fuerzas del orden".