¿Invierno nuclear en el horizonte? Capacidades y peligros de la ojiva moderna

El portal digital Meduza pidió al analista militar Alexandr Golts comentar este escenario.

Aspectos relevantes de la ojiva nuclear moderna

El poder de las ojivas nucleares estratégicas modernas es de entre 150 y 550 kilotones (un kilotón equivale a 1.000 toneladas de TNT). La potencia de las bombas nucleares que destruyeron Hiroshima y Nagasaki fue de unos 20 kilotones. Según los especialistas, en el caso de la explosión de munición de 550 kilotones, todos los edificios dentro de un radio de 5 kilómetros del epicentro serían destruidos casi por completo. Las destrucciones de diverso grado sacudirán también el territorio en un radio de 30 kilómetros.

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Según el último tratado START, Rusia y EEUU pueden tener 1.550 ojivas estratégicas cada uno. El alcance de los misiles estratégicos es de entre 8.000 y 10.000 kilómetros, lo que garantiza que ambas naciones son capaces de llegar a cualquier punto en el territorio de otro país. Además, cada parte tiene un número desconocido de ojivas nucleares de armas tácticas, que tienen un alcance de hasta 500 kilómetros.

​Teoría de la disuasión nuclear

Toda la teoría de la disuasión nuclear se basa en la inevitabilidad de la destrucción mutua en caso de un conflicto nuclear. Esto significa que, para el país atacado, es vital lanzar sus misiles antes de que las ojivas enemigas exploten en su territorio.

Sin embargo, en la Unión Soviética los especialistas admitían la posibilidad de que los estadounidenses fueran capaces de destruir todos los centros de mando soviético con un ataque repentino. Para ese caso se estableció el sistema Perímetro, capaz de lanzar en el modo automático los misiles conservados tras el ataque.

"No obstante, resulta difícil afirmar que la posibilidad de un ataque de respuesta reduzca significativamente la probabilidad de una guerra nuclear. En una situación de crisis, la decisión de lanzamiento debe tomarse en unos segundos antes de que las ojivas del enemigo destruyan los misiles que se encuentran en posición de combate. Esto aumenta significativamente la posibilidad de cometer un error, lo que inevitablemente conduciría a una catástrofe global", sentencia el experto.

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Invierno nuclear

Es una condición climática que teóricamente podría asolar el planeta en caso de una guerra nuclear. Esta hipótesis fue descrita en detalle por los investigadores estadounidenses en 1983. La idea básica es que una serie de explosiones nucleares e incendios posteriores harían que cientos de millones de toneladas de humo y hollín alcanzasen la estratosfera y bloqueasen la luz solar en la superficie de la Tierra. La falta de calor, a su vez, daría lugar a una fuerte disminución de la temperatura y la muerte de seres humanos, animales y plantas.

"Probablemente esta es la teoría más famosa —pero no la única— acerca de las consecuencias ambientales de la guerra nuclear", señala el experto.

¿Quién puede iniciar realmente una guerra nuclear?

Rusia y EEUU no son las únicas potencias nucleares. El experto opina que, a pesar de todas las contradicciones que existen entre estos dos países, lo más probable es que fuera el líder norcoreano quien desencadenase un conflicto nuclear.

"El iniciador del conflicto podría ser un dirigente para quien hay algo más importante que la supervivencia de su propio pueblo", afirma el analista.

"En este caso, la doctrina de la disuasión mutua dejaría de funcionar, porque este líder no tendría miedo de que su país sufriera un daño irreparable. Además, uno de los requisitos es que ese mandatario no tenga que consultar a nadie para tomar la decisión. El gobernante que más se ajusta a estos parámetros es el de Corea del Norte, Kim Jong-un", concluye Golts.