"Lo que observamos en Alepo donde muere gente inocente, resalta la importancia de hallar una solución política", dijo Stoltenberg al comentar el bombardeo que los grupos armados de la oposición "moderada" lanzaron el lunes contra un hospital móvil ruso y que dejó dos médicos muertos y varios civiles heridos.
Al mismo tiempo, anunció el respaldo del bloque a "cualquier gestión para encontrar una salida política".
El ataque de la oposición al hospital fue condenado por la Cruz Roja y la ONU.
El titular de Exteriores, Serguéi Lavrov, catalogó el bombardeo como una acción deliberada y planeada "por los que intentan mantener sus posiciones en Alepo al amparo de sus patrocinadores extranjeros".
Además cuestionó a los países occidentales, que se jactan de preocuparse por los derechos humanas y la situación en Siria, por seguir apoyando a los radicales y extremistas.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 23 сентября 2016 г.
El Ministerio ruso de Defensa responsabilizó del ataque a la oposición siria y a los países patrocinadores del terrorismo como EEUU, Reino Unido, Francia y otros.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
La guerra en Siria ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.