Una flecha sola puede ser rota fácilmente, pero muchas flechas son indestructibles (Gengis Kan, 1162-1227)
Toda la atención mundial estaba concentrada o en seguir los resultados de la lucha de Donald Trump para salvar el 'Estado Profundo' de sí mismo, o bien en buscar respuestas a la crisis de la unidad en Oriente Medio, relacionada con uno de los más prósperos Estados en la región, Catar. Por eso los militares, economistas y políticos occidentales no se percataron de cómo, y ante sus propios ojos, se formaba un G8 como contrapeso al ya existente G7.
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Afganistán representa una entrada para los terroristas a Asia Central y a Rusia debido a la inestabilidad política, militar y económica creada por EEUU desde la invasión hace 16 años, una situación que el presidente uzbeco, Shavkat Mirziyoyev, calificó como "extremadamente peligrosa para toda la región debido a un significativo aumento del terrorismo en aquel país".
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Según el informe de la Misión de las Naciones Unidas para Afganistán, el año 2016 fue el más cruento para la población afgana, con 11.418 víctimas (3.498 muertos y, de ellos, 995 niños, además de 7.920 heridos), debido al incremento de la presencia de Daesh —el autoproclamado Estado Islámico— en el país.
Frente a esta realidad, no le queda otra alternativa a los miembros de la OCS que crear un paraguas político militar eurasiático para contrarrestar los intentos de Washington y Bruselas de dominar el mundo a través del terrorismo auspiciado por el Pentágono, la CIA, Israel, la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo.
El momento es propicio para una gran transformación de Asia a través de la unión de países con diferentes ideologías, sistemas políticos y civilizaciones, a diferencia de la OTAN y de todas las alianzas occidentales, donde Estados Unidos impone una ideología única y su supremacía del 'excepcionalismo'.
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En fin, está llegando el momento de una Eurasia grande, con la infraestructura tecnológica y económica bien desarrollada y con una unidad militar cuyo único pretexto es asegurar la estabilidad y seguridad en Eurasia, y así derrotar todos los intentos del terrorismo islámico y de sus auspiciadores para propagar el caos, la desunión y la destrucción en la región para perpetuar el dominio norteamericano en Eurasia.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK