La razón está en que girar a la izquierda repercute negativamente en los gastos de la compañía, causa accidentes y daña el medio ambiente. A pesar de que podría parecer una cuestión de superstición, no girar a la izquierda —incluso cuando hacerlo te asegura una ruta más corta hasta tu destino— puede cambiarte la vida.
¿Por qué solo en estos países? Porque es en ellos donde, si el conductor necesita girar a la izquierda, tiene que detenerse y esperar a tener vía libre para poder cruzar la calle.
Si bien evitar este tipo de cruces puede tender a alargar el recorrido, también reduce la probabilidad de tener un accidente por los coches que vienen de frente y el tiempo que tiene que esperar el conductor para poder girar, algo que también hace que se gaste menos gasolina.
La empresa lleva aplicando esta política desde 2004 y les va de maravilla: casi 38 millones de litros de gasolina son los que se han ahorrado desde entonces, además de 20.000 toneladas de CO2 menos las que sus furgonetas han emitido a la atmósfera.
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Desde el medio The Conversation aseguran que si todos los conductores dejasen de girar a la izquierda sería una gran noticia para el medio ambiente.