En la catedral de Mánchester será celebrado un oficio al que asistirán familiares de las víctimas, algunos de los sobrevivientes y cargos oficiales, entre ellos el duque de Cambridge y la primera ministra Theresa May.
La víspera del aniversario, Theresa May calificó como "un acto de repugnante cobardía" la explosión que se produjo el 22 de mayo de 2017 en el Manchester Arena, nada más terminado el concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.
"Fue ideado para atacar el corazón de nuestros valores y nuestra forma de vida en una de nuestras ciudades más vibrantes, con el objetivo de romper nuestra determinación y dividirnos. Pero fracasó", subrayó la primera ministra en un artículo publicado en el periódico Manchester Evening News.
Según May, semejantes ataques no hacen sino "fortalecer nuestra determinación de derrotar ideologías y creencias retorcidas".
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El grupo terrorista ISIS (proscrito en Rusia y otros países) reivindicó el ataque al estadio que, según se estableció más tarde, fue perpetrado por el kamikaze Salman Abedi, oriundo de Mánchester de ascendencia libia, de 22 años.