Aparentemente la madre del cordero es el arresto domiciliario en Turquía del pastor evangelista Andrew Brunson, acusado de terrorismo por haber colaborado presuntamente en el fallido golpe de Estado contra el presidente Recep Tayyip Erdogan en el verano boreal de 2016, y al que se vincula con el predicador islamista Fethullah Gulen – residente en EEUU –, a quien el mandatario otomano acusa de fraguar el golpe y por el cual Turquía ha pedido su extradición, ignorada por las autoridades norteamericanas.
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Todo esto comenzó a levantar una exasperación y un rechazo por parte de las autoridades en Ankara, y oficializó un claro enfrentamiento entre ambos países. La retórica dejó de ser tal desde el lado norteamericano, que comenzó a recibir respuestas. Y en este contexto, tiene lugar el ataque contra la sede diplomática de EEUU en la capital turca.
En este sentido, el profesor y analista político argentino Mariano Ciafardini, observa que "no se puede saber exactamente quién llevó a cabo el hecho, porque puede haber desde reacciones espontáneas desde un sector de la gente en Turquía, o [de los] servicios de inteligencia de uno u otro lado [Ankara o Washington], el hecho en sí no se puede establecer quién lo ha cometido, pero sí simboliza el enojo que hay, no solamente en el Gobierno, sino en gran parte de la población de Turquía que apoya al Gobierno de Erdogan", subraya el analista.
Ciafardini va un paso más allá al indicar que Turquía "no había tenido nunca una actitud antinorteamericana hasta que se produce el intento de golpe [de Estado] contra Erdogan. […] Más allá de quién haya llevado a cabo este atentado en particular, es de esperarse que haya manifestaciones antinorteamericanas en una escalada", señala.
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El profesor Ciafardini incide en que Turquía es un punto neurálgico por la capacidad que tiene de resistir, como también es geopolíticamente el 'talón de Aquiles' de quien quiera tener fuerza en Medio Oriente donde ocupa una posición decisiva.
El analista hace hincapié en que "a Trump y la estrategia que está siguiendo le va a salir mal. Es muy probable que esta sea una de las grandes batallas que vaya a perder EEUU y que desbalanceé definitivamente su posición en la región y del resto del mundo. Porque aquí está en juego toda la problemática en Siria, la relación con Europa, y toda la correlación de fuerzas en Medio Oriente".
"La explicación de por qué [Trump] se arriesga a ello [a enfrentarse con Turquía] está en la crisis general del sistema, la desesperación que lleva a EEUU a buscar salvar una insalvable crisis profunda. […] Salvo que haya un punto en el que EEUU reflexione y vea que esto le está trayendo más problemas que soluciones y se siente a dialogar, creo que puede ser una batalla clave en la que EEUU va a salir derrotado", sentencia Mariano Ciafardini.