"Allí atendíamos desde asuntos de trámite hasta periodistas e incluso ministros del Gobierno, en la entrada estaba la guardia policial de 24 horas que permanecía haciendo los controles ahí, de lo cual debe haber registro oficial", dijo Santrich en una extensa entrevista escrita con la emisora local Blu Radio.
Asimismo, destacó que "al interior de la casa permanecían oficiales de la UNP (Unidad Nacional de Protección)".
Santrich, uno de los negociadores del acuerdo de paz entre la ahora disuelta guerrilla de las FARC y el Gobierno de Colombia, fue detenido el 9 de abril de este año en Bogotá por agentes de la Fiscalía de Colombia en cumplimiento de una orden de captura internacional con fines de extradición solicitada por el Departamento de Justicia de EEUU.
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El exguerrillero está acusado de un supuesto acuerdo para exportar diez toneladas de cocaína hacia EEUU por unos quince millones de dólares.
El tráfico se habría realizado entre junio de 2017 y abril de este año, es decir, después de alcanzado el acuerdo de paz, por lo que Santrich puede ser objeto de extradición por no haber cumplido con lo firmado.
Sin embargo, su caso está en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP, tribunal de paz), que mantiene suspendida su extradición y que ha pedido a EEUU que aporte las pruebas en su contra como medida para evaluar si lo entrega o no, algo inédito e impropio en los trámites de extradición en Colombia.
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En la entrevista Santrich sostuvo que fue víctima de engaños por parte de Marlon Marín —sobrino del exjefe de la delegación de paz de las FARC, Iván Márquez—, quien ahora colabora con la justicia de EEUU en el proceso en su contra.
"Después de mi captura y por las noticias es que me entero y comprendo que por lo menos Marín no tenía vínculo formal con el Gobierno", dijo el exguerrillero.
"El Fiscal (Néstor Martínez) no es el titiritero, es simplemente una peligrosa pieza de este teatro de la perfidia; comienzan ahora conmigo (…), pero esto no es nuevo, vale la pena recordar que a Iván Márquez su sobrino (Marlon Marín) intentó sin éxito tenderle la misma trampa", indicó.
Asimismo, Santrich aseguró que él no tiene "nada que ver con negocios de índole ilícita", y que en esa reunión ni en ninguna otra habló "con ninguna persona de negocios ilegales, ni siquiera de manera insinuada".

Por ahora el caso de Santrich continúa a la espera de que EEUU entregue las pruebas contra el exguerrillero, lo cual se prevé que no ocurra, ya que ese Gobierno sostiene que actuará conforme con el tratado de extradición vigente con Colombia.