"Esto no perjudicará gravemente y por mucho tiempo nuestra relación con el Gobierno ruso", dijo en una entrevista con la radiotelevisión nacional ORF.
"El ministro Lavrov también estuvo en París (…) Nos saludamos brevemente, ni él ni yo hablamos de esto", indicó el presidente austriaco.
Señaló que la investigación del caso todavía está en curso y más información podría darse a conocer dentro de varias semanas.
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"Por una parte, el espionaje es inadmisible; por otra parte, todos sabemos que todos los servicios secretos de este mundo tratan de obtener datos a su modo, y no siempre de manera legal", subrayó Van der Bellen.
A raíz del caso de presunto espionaje, el Ministerio de Exteriores de Austria convocó al encargado de negocios de Rusia, y su titular, Karin Kneissl, canceló un viaje a Moscú que tenía programado para inicios de diciembre.
Por su parte, la Cancillería rusa citó al embajador de Austria en Moscú, Johannes Eigner, y le expresó su protesta por las declaraciones de las autoridades austriacas.