Aunque la prensa ucraniana esperaba insultos y amenazas desde Rusia por la "independencia" de la "nueva Iglesia" ucraniana, desde Rusia reaccionaron con humildad, cualidad considerada por la ortodoxia como la principal virtud humana.
"El 'Tomos' es un artículo que es el resultado de ambiciones políticas y personales irreconciliables. Fue firmado en violación a los cánones y, por lo tanto, no posee ninguna fuerza canónica", subraya Legoida.
Recordó que no debe olvidarse que en estos momentos el tema principal para los ortodoxos es la Navidad. Se celebra por la noche entre el 6 y el 7 de enero.
"No importa qué tan fuerte intenten los políticos ucranianos robar la Navidad a los millones de fieles en Ucrania con la ayuda del patriarca de Estambul, de todos modos llegará", asegura Legoida.
"Firmar el 'Tomos' y entregarlo para la Navidad es la realización del espectáculo político que Poroshenko soñó durante la campaña electoral. Esta es una confirmación completa de que se ha creado una Iglesia estatal, cuyo propósito es justificar las tendencias del Gobierno actual y esa parte de los políticos nacionalistas que están en el poder en Ucrania. Este evento eclesiástico significa no solo una mayor separación en la ortodoxia ucraniana, sino también en la sociedad ucraniana en general", dijo Lunkin a Gazeta.ru.
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Habiendo firmado el 'Tomos' para cismáticos en Ucrania, el patriarca Bartolomé I de Constantinopla finalmente se aisló de la ortodoxia mundial, dijo el portavoz del patriarca de Moscú y Toda Rusia, Alexandr Vólkov.
"La firma del 'Tomos' es insignificante desde el punto de vista de los cánones y trágica para Bartolomé y sus partidarios que firmaron su rendición espiritual", opina Vólkov.
El metropolitano Ilarión, jefe de Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa, también responsabiliza a Bartolomé por ser el patriarca ecuménico —mundial—. Según sus palabras, la familia de las iglesias ortodoxas esta viviendo la misma división que ocurrió en 1054 y "puede persistir durante décadas o siglos".
"No creo que los esfuerzos emprendidos por políticos y cismáticos puedan llevar a un aumento en la congregación y, en general, a algún tipo de crecimiento en la vida de la Iglesia. Cualquier proyecto político tiene una corta duración. Se echa a perder con la rapidez con que desaparece el potencial político de las personas que están tramando todo el asunto. El tiempo del actual presidente de Ucrania pasará. Sin duda, tarde o temprano pasará y todo este juego colapsará porque originalmente se construyó sobre arena. Mientras tanto, la Iglesia ortodoxa ucraniana ha existido desde la cristianización de la Rus de Kiev. Su desarrollo continúa", concluye Vólkov.
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En abril de 2018, las autoridades ucranianas decidieron formar su propia Iglesia ortodoxa, independiente del Patriarcado de Moscú. Con el apoyo del patriarca ecuménico Bartolomé, en contra de los cánones de la Iglesia, el proceso se inició en Kiev.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, tras el llamado 'concilio de unificación' anunció la creación de la Iglesia autocéfala ucraniana. El concilio del 15 de diciembre eligió como primado de esa nueva estructura eclesiástica a Epifani Dumenko.
En diciembre, la Iglesia ortodoxa ucraniana declaró ser la única canónica en Ucrania. El 5 de enero, Bartolomé firmó el 'Tomos' de autocefalía para la "nueva Iglesia" de Ucrania.