El 2 de Octubre de 1968, el Comité Nacional de Huelga llamó a un acto en la Plaza de las Tres Culturas junto al antiguo asentamiento prehispánico de Tlatelolco, como parte de la huelga estudiantil que se llevaba desde los dos meses previos.

Este año, al cumplirse 51 años de lo que ha sido reconocido como un crimen de Estado, el Comité 68 convocó a "una manifestación pacífica en la que los propios asistentes se organizan para velar por la seguridad de los participantes", como dijeron en conferencia de prensa previa a la marcha.
En el Monumento a Mahatma Gandhi ubicado detrás del Museo Nacional de Antropología e Historia de Ciudad de México, los integrantes del Comité 68 realizaron una ceremonia por el 150 aniversario del nacimiento del cultor de la no-violencia.
"Este homenaje a Gandhi es un programa para la paz y la no violencia activa que intenta aplicar los principios de ´unidad en la diversidad´ a los cuales Mahatma dedicó su vida, y que se necesitan hoy más que nunca para lograr un México diverso y verdaderamente no violento", explicaron los representantes del Comité 68.

Menos de una semana antes, el 28 de septiembre, muchos asistentes a la marcha en recuerdo de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa grafitearon y rompieron mobiliario público a su paso, como evidencia de su fastidio por la impunidad en que a cinco años continúa la desaparición forzada de los estudiantes.
Esto no evitó situaciones tensas durante el transcurso de la manifestación, que salió desde el casco de Santo Tomás, desde las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional donde se vivió un sangriento episodio durante la huelga de 1968, pasó por la Plaza de las Tres Culturas y culminó en un mitin en el Zócalo.
En el transcurso de la manifestación, hubo discusiones claras entre ambas generaciones: mientras los más jóvenes con las caras tapadas grafiteaban las cortinas cerradas de los comercios y los puestos de periódicos, los mayores gritaban "¡soy 68! ¡no violencia!".

Según el boletín oficial del Gobierno de Ciudad de México, la concurrencia rebasó las 10.000 personas para las que enviaron a 2.500 policías.
El Gobierno admitió que 14 personas resultaron lesionadas, así como tres estudiantes fueron detenidos pero liberados.







Integrantes de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta que colabora con la seguridad de todas las manifestaciones públicas que se hacen en la ciudad, denunciaron haber sido agredidos físicamente por los policías capitalinos presentes, tanto uniformados como de civil.