Alguien tiró la piedra y escondió la mano. Y luego llegaron los 'Judas Iscariote' y 'Poncio Pilatos' de turno para que los que transitaban el desfiladero hacia las comisarías europeas se precipitaran al vacío. Quienes les arrearon, al tiempo que intentaban forzar la máquina al límite, jugaban al distraído.
Cómo estalló la guerra
Todo comenzó tras las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, donde sus principales grupos políticos presentaron un spitzenkandidat, es decir, un candidato principal o cabeza de lista, susceptible de ser elegido como presidente de la Comisión Europea tras esos comicios.
Tras el desfile de esos candidatos principales por los aposentos del entonces presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el inquilino del Elíseo celebró: "Los nombres de los tres spitzenkandidat han sido descartados, Tusk considera que no hay mayoría sobre ninguno de ellos".
Y desde lo que muchos europarlamentarios percibieron como un complot, emergió la figura la entonces ministra de Defensa de Alemania, Ursula Von der Leyen, quien se hizo con las riendas de la presidencia de la Comisión, no sin sudar tinta china en la sesión de votación para su investidura donde recogió el rechazo 327 veces. Y ahora vienen los coletazos.
¿Vendetta o justicia?
Volviendo al presente, un conflicto de intereses fue lo que sepultó las dos candidaturas. La socialista rumana Plumb habría informado tarde a la Eurocámara para justificar un millón de euros en préstamos; mientras, que las explicaciones que brindó Trócsányi sobre cómo se desvincularía del despacho de abogados que fundó antes de integrar el Gobierno de Viktor Orbán, fueron insuficientes del todo.
En este sentido, el Dr. en Geopolítica de la Universidad de Pisa Rolando Dromundo opina que la funcionaria alemana está siendo demasiado pragmática, sin considerar las sensibilidades que hay presentes en el ambiente político actual, algo que es muy riesgoso si no se sabe operar adecuadamente.
No obstante, Dromundo explica que esta situación no es nueva. "Las otras comisiones cuando han llegado han sufrido situaciones de este tipo: le pasó a [José Manuel Durão] Barroso, a [Jean-Claude] Juncker. La forma en que se arma la comisión es un mecanismo que no se ha pulido bien", afirma el experto.
Asimismo, el Europarlamento montó en cólera por haber tenido que confirmar el bloqueo de ambos candidatos a través del voto cuando en teoría no era necesario. Y es que Von der Leyen se negó a admitir el bloqueo a sus candidatos en un principio, lo que dilató el proceso. Esto no hace más que empeorar su relación con los europarlamentarios.
"Esto la deja [a Von der Leyen] en una situación de debilidad antes de haber empezado", concluye el Dr. Rolando Dromundo.