Los exploradores polares admiten que pasar el invierno boreal en el Ártico es fácil si estás moralmente en sintonía con la vida regulada por la estricta rutina diaria. Es imprescindible observar esta rutina diaria y seguir las tradiciones. Por ejemplo, celebrar el Año Nuevo y el primer amanecer a finales de febrero. Y lo más importante, de acuerdo con el personal del parque, es el trabajo diario y una planificación clara de las acciones, subraya en su artículo la Sociedad Geográfica Rusa.
Además, hay que controlarse a sí mismo al comunicarse con los demás, enfatiza Polikárpov: "Es inaceptable entrar en conflicto con alguien, porque en caso de desacuerdos y disputas no se puede abandonar el rompehielos. La vida y la salud de los visitantes del parque dependen de cuán competente y bien coordinada sea su interacción con sus colegas. Si no le gusta algo o alguien, debe superarlo. En un caso extremo, puede expresar su opinión a sus colegas de la manera más educada, objetiva y correcta".
El parque nacional Ártico Ruso se creó en 2009 para proteger la naturaleza única del Ártico. Goza de las bandadas de aves más grandes del hemisferio norte, colonias de morsas y osos polares, ballenas de Groenlandia, zorros árticos y focas.