Así, la experta destaca que el masticar chicle puede contribuir a la pérdida del peso corporal.
"Hay datos que demuestran el masticar un chicle tiene efectos sobre la reducción del peso corporal. En algunas personas se observa una reducción de apetito cuando mastican regularmente un chicle", destacó la nutricionista.
Ello se debe a hecho de que reduce el apetito, los cual lleva a un menor número de almuerzos a lo largo del día. Este efecto, a su vez, ocurre porque "la boca está ocupada" y se cambia la percepción del sabor, explicó Starodubova.
Otro aspecto saludable de los chicles es la higiene, pero no en el sentido común donde el propio chicle elimina los restos de comida en la boca. En concreto, los chicles aumentan la secreción de saliva.
"La saliva tiene efectos beneficiosos, ya que elimina los restos de comida, mientras los enzimas que contiene previenen la propagación de bacterias en la cavidad bucal, lo cual ayuda a prevenir la caries y refresca el aliento", detalló la nutricionista.
Con ello, Starodubova advierte que masticar chicles durante demasiado tiempo y con excesiva regularidad también puede tener efectos negativos. Así, puede causar problemas con la articulación, desgastar los rellenos dentales y los implantes.
Para minimizar el potencial daño de los chicles, la experta recomienda elegir los que no tengan azúcar, ni masticarlos durante más de 10-20 minutos seguidos y no más de 30 minutos al día.