Se trata del sacerdote franciscano Nikolái Dubinin.
"En la historia reciente de la Iglesia católica, he tenido el honor de ser el primer obispo ruso nombrado y al mismo tiempo un ruso nativo", dijo Dubinin a Nezavisimaya Gazeta.
Dubinin es miembro de la Orden Franciscana. Nació en la región de Rostov, su madre es católica, su padre es ortodoxo. En la década de 1990, estudió en el Seminario Teológico Superior Católico en Moscú, y luego se graduó en el Seminario Teológico Superior de los Franciscanos en la ciudad polaca de Lodz. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María de Moscú.
En 2005, Dubinin se convirtió en el custodio general del Custodio Ruso de San Francisco (un distrito administrativo de la Orden Franciscana). Cuatro años después, fue elegido presidente de la Conferencia de Abades y Abadesas Mayores de los Institutos de Vida Consagrada en Rusia (CORSUM). En 2016, se convirtió en miembro del comité ejecutivo de la Unión de Conferencias de Abades y Abadesas Mayores de Instituciones Monásticas en Europa (UCESM).
La Arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú incluye más de 100 parroquias en el norte de la parte europea de Rusia. Es una de las cuatro arquidiócesis de la Iglesia católica en Rusia. Las otras tres tienen sus centros en Sarátov, Novosibirsk e Irkutsk.
Según Dubinin, la mayoría de los creyentes de la Arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú son rusos, aunque de diferentes orígenes étnicos. Hay una serie de comunidades étnicas establecidas. Algunos de ellos tienen sus propias parroquias nacionales (la francesa, la alemana, la coreana).
"Sin duda, hoy la mayoría en nuestra arquidiócesis son aquellos para quienes el ruso es su idioma nativo o más familiar de oración y comunicación. Al mismo tiempo, no guardamos ningún registro de los rusos étnicos: en Rusia hay muchas familias mezcladas en el sentido nacional y religioso y, en principio, tal distinción no tiene sentido", subrayó.
Al preguntarle Nezavisimaya Gazeta si un ruso podría convertirse en cardenal o incluso en papa, respondió que en la Iglesia católica no existe una "lista negra" de países o pueblos con respecto a la posibilidad de un nombramiento cardenalicio o elección como papa.
