Las consultas telefónicas se celebraron por iniciativa de Alemania, reveló el servicio de prensa del Ministerio de Exteriores ruso.
"Se abordó el tema del bloguero A. Navalni. El jefe de la diplomacia rusa volvió a subrayar que la posición de Berlín, que se niega a cumplir con sus obligaciones legales internacionales (...) es inaceptable", dice el comunicado.
Lavrov expresó su esperanza de que "el Gobierno alemán se abstenga de seguir politizando de manera artificial esta situación que afecta gravemente las relaciones ruso-alemanas".
El pasado 20 de agosto, Navalni se sintió mal durante un vuelo de la ciudad rusa de Tomsk a Moscú, lo que obligó a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, donde los médicos lograran estabilizar su estado.
Luego el opositor fue trasladado a Alemania en un avión sanitario.
Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado a finales de agosto con un agente tóxico del grupo Novichok, mientras que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) declaró que en el organismo de Navalni fue hallada una sustancia análoga por sus características a ese agente letal.
El pasado 15 de octubre la Unión Europea formalizó sanciones contra seis personas y una entidad de Rusia por el caso Navalni.
Las medidas restrictivas de la UE apuntan al jefe del departamento de política interior del gabinete presidencial, Andréi Yarin; al jefe adjunto del gabinete presidencial, Serguéi Kirienko; al representante del presidente de Rusia en Siberia, Serguéi Meniaylo; al director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, Alexandr Bórtnikov; a los viceministros de Defensa Pável Popov y Alexéi Krivoruchko, así como al Instituto Estatal de Investigación Científica en Química Orgánica y Tecnología.