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Brasil ensaya una reaproximación a Venezuela no exenta de tensiones
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RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Las relaciones entre los Gobiernos de Brasil y Venezuela son prácticamente nulas; el presidente Jair Bolsonaro, de hecho, usa al... 27.04.2022, Sputnik Mundo
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Franca, no obstante, aseguró que sería "muy importante" que por parte del Gobierno de Nicolás Maduro hubiera señales en favor de la libertad de prensa, la liberación de presos políticos y unas elecciones libres."Si en algún momento eso es posible podremos empezar por el restablecimiento de las relaciones consulares, pero tengo dudas de que eso sea posible", matizó con un aire de desconfianza. No obstante, el simple hecho de plantear públicamente un hipotético cambio de postura hacia Venezuela ya supone un giro destacable en la política externa de Brasil.La presión aumentaLas relaciones diplomáticas entre Caracas y Brasilia se rompieron nada más Bolsonaro llegó al poder, en enero de 2019; y en ese momento Brasil, aliado de primer orden del entonces presidente Donald Trump (2017-2021) en EEUU, lideró la ofensiva regional para derribar a Maduro y reconocer a Juan Guaidó como presidente venezolano.La presión al Gobierno para que cambie su postura viene sobre todo de sus aliados del llamado "centrao", compuesto de partidos más escorados hacia el centro-derecha y normalmente con una visión más pragmática y menos ideologizada de la política.El canciller brasileño reconoció que las peticiones para que las relaciones bilaterales se restauren se están multiplicando, tanto en la base aliada como en la oposición. "Es una cuestión que nos preocupa y que es objeto de reflexión diaria", dijo en el Senado.En declaraciones al diario O Globo, el senador Chico Rodrigues, del estado fronterizo de Roraima (norte de Brasil) afirmó que el Gobierno brasileño ya baraja la posibilidad de al menos reabrir un consulado, para atender a los casi 25.000 brasileños que viven en Venezuela: "La ruptura de relaciones dificulta el comercio, cuestiones personales, dificulta mucha cosa", afirmó.El riesgo de Venezuela en la campañaA pesar de los gestos tímidos en los bastidores, el clima es de prudencia extrema, porque Venezuela es una "patata caliente" que nadie quiere sostener en sus manos; ni Bolsonaro y sus aliados ni el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), de momento el favorito de cara a las elecciones presidenciales de octubre.Para Bolsonaro, sería muy difícil explicar a sus electores ahora la necesidad de abrir un puente de diálogo con Maduro, después de pasar años atacándolo y ejemplificando en Venezuela todos los males que la izquierda puede provocar en un país.Para Lula, que Venezuela entre en el debate público de la campaña electoral también puede ser peligroso, porque sería de nuevo cuestionado sobre la permisividad de su partido con las violaciones de los Derechos Humanos en los regímenes de izquierda en Latinoamérica. Todo apunta a que, de momento, los hilos se irán moviendo discretamente, a la espera de lo que ocurra en los comicios de octubre.
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Brasil ensaya una reaproximación a Venezuela no exenta de tensiones
22:50 GMT 27.04.2022 (actualizado: 05:04 GMT 28.04.2022) RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Las relaciones entre los Gobiernos de Brasil y Venezuela son prácticamente nulas; el presidente Jair Bolsonaro, de hecho, usa al país vecino de forma recurrente como espantajo para alertar del "peligro" que supone la izquierda en caso de que llegue al poder, pero algo parece estar cambiando en los últimos tiempos.
Lo dejaba entrever hace unos días el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos Franca, durante una audiencia en el Senado: "En un momento en que los EEUU analizan una excepción al embargo a las exportaciones venezolanas de petróleo [como consecuencia del conflicto en Ucrania] realmente me parece que nosotros podremos pensar en reevaluar esa cuestión de la relación diplomática", afirmó.
Franca, no obstante, aseguró que sería "muy importante" que por parte del Gobierno de Nicolás Maduro hubiera señales en favor de la libertad de prensa, la liberación de presos políticos y unas elecciones libres.
"Si en algún momento eso es posible podremos empezar por el restablecimiento de las relaciones consulares, pero tengo dudas de que eso sea posible", matizó con un aire de desconfianza. No obstante, el simple hecho de plantear públicamente un hipotético cambio de postura hacia Venezuela ya supone un giro destacable en la política externa de Brasil.
Las relaciones diplomáticas entre Caracas y Brasilia se rompieron nada más Bolsonaro llegó al poder, en enero de 2019; y en ese momento Brasil, aliado de primer orden del entonces presidente Donald Trump (2017-2021) en EEUU, lideró la ofensiva regional para derribar a Maduro y reconocer a Juan Guaidó como presidente venezolano.
La presión al Gobierno para que cambie su postura viene sobre todo de sus aliados del llamado "centrao", compuesto de partidos más escorados hacia el centro-derecha y normalmente con una visión más pragmática y menos ideologizada de la política.
El canciller brasileño reconoció que las peticiones para que las relaciones bilaterales se restauren se están multiplicando, tanto en la base aliada como en la oposición. "Es una cuestión que nos preocupa y que es objeto de reflexión diaria", dijo en el Senado.
25 de abril 2022, 23:00 GMT
En declaraciones al diario O Globo, el senador Chico Rodrigues, del estado fronterizo de Roraima (norte de Brasil) afirmó que el Gobierno brasileño ya baraja la posibilidad de al menos reabrir un consulado, para atender a los casi 25.000 brasileños que viven en Venezuela: "La ruptura de relaciones dificulta el comercio, cuestiones personales, dificulta mucha cosa", afirmó.
El riesgo de Venezuela en la campaña
A pesar de los gestos tímidos en los bastidores, el clima es de prudencia extrema, porque Venezuela es una "patata caliente" que nadie quiere sostener en sus manos; ni Bolsonaro y sus aliados ni el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), de momento el favorito de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
Para Bolsonaro, sería muy difícil explicar a sus electores ahora la necesidad de abrir un puente de diálogo con Maduro, después de pasar años atacándolo y ejemplificando en Venezuela todos los males que la izquierda puede provocar en un país.
23 de abril 2022, 23:46 GMT
Para Lula, que Venezuela entre en el debate público de la campaña electoral también puede ser peligroso, porque sería de nuevo cuestionado sobre la permisividad de su partido con las violaciones de los Derechos Humanos en los regímenes de izquierda en Latinoamérica. Todo apunta a que, de momento, los hilos se irán moviendo discretamente, a la espera de lo que ocurra en los comicios de octubre.
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