Cuba y Rusia buscan ampliar la cooperación a mediano y largo plazo
18:43 GMT 17.07.2023 (actualizado: 18:50 GMT 17.07.2023)
© Sputnik / Miguel Fernández Martínez
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LA HABANA (Sputnik) — Cuba y Rusia potencian la cooperación e inversiones a mediano y largo plazo, con vistas a ampliar la participación de Moscú en el Plan Nacional del Desarrollo Económico y Social de la isla hasta el 2030, aseguró a Sputnik el jefe de la Representación Comercial rusa en este país, Sergey Baldin.
"Ambas partes ya han comenzado a dar los primeros pasos en esta dirección. Durante la reciente visita a Cuba de una delegación multisectorial encabezada por el asesor del presidente de Rusia para Asuntos Económicos, Maxim Oreshkin —en mayo pasado—, se firmó un memorándum de entendimiento para la implementación de la Iniciativa de Inversión Ruso-Cubana", aseguró Baldin.
Ante tales perspectivas, el diplomático consideró que, con una participación más activa de los inversores rusos en el desarrollo de los sectores estratégicos de la economía cubana, ambos países tienen buenas posibilidades para alcanzar un mayor nivel de interacción en este ámbito.
Sectores estratégicos de inversión
De acuerdo a Baldin, entre los sectores estratégicos de la economía cubana en los que puede invertir Rusia destacan la energía, la industria azucarera, la minería, la agricultura, la producción de alimentos, la infraestructura de aviación civil, el transporte y el turismo.
"Cabe mencionar la presencia rusa en el desarrollo del yacimiento de petróleo Boca de Jaruco [noroeste], donde se ha logrado un avance significativo en el aumento de la producción de petróleo con el uso de tecnologías de punta rusas en materia de geología y equipamiento, con garantías de que se brinden condiciones favorables para la implementación del proyecto por parte de las estructuras cubanas interesadas", precisó el funcionario comercial.
Puso como ejemplo de la implementación exitosa de proyectos industriales conjuntos la puesta en marcha de una acería eléctrica en la empresa siderúrgica Antillana de Acero José Martí, en La Habana, con capacidad para producir entre 220.000 y 250.000 toneladas de metal al año.
"La siguiente etapa será la puesta en marcha de la planta de laminación", agregó, cuya modernización adicional es supervisada por la Representación Comercial de la Federación Rusa en Cuba.
Ayuda y colaboración en tiempos de crisis
Baldin aseguró que entre Cuba y Rusia hay entendimiento y una voluntad firme para lograr un avance y una dinámica notables que fortalezca los lazos multilaterales, incluida la cooperación e inversión en las áreas de energía, transporte, sector agroalimentario, materias primas para producir medicamentos, industria azucarera, minería, agricultura, infraestructura de aviación civil y el turismo.
"Se trata también de nuestro apoyo para superar algunas de las dificultades que han afectado a la economía cubana en los últimos años por varias razones bien conocidas, entre ellas la pandemia del coronavirus y los desastres naturales", recalcó.
Como parte de esa colaboración, mencionó además los suministros de trigo a Cuba a través del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, así como la implementación de la iniciativa rusa para donar 15.000 lámparas LED para las necesidades de la infraestructura urbana.
"Estoy convencido —añadió Baldin— de que en el contexto del actual bloqueo [económico, comercial y financiero] de la isla por parte de EEUU y las numerosas restricciones occidentales impuestas a Rusia, es vital que sigamos el camino de aunar nuestras capacidades y potenciales económicos, científicos y técnicos y de producción, que desarrollemos enfoques conjuntos para construir nuevas rutas de transporte y cadenas logísticas y realicemos operaciones financieras sin mirar a nuestros antiguos socios".
8 de julio 2023, 04:30 GMT
También resaltó que, tras la salida de Rusia de empresas occidentales que invirtieron a gran escala en la construcción de plantas, incluidas las fábricas de automóviles de prestigiosas marcas occidentales, o que compraron muchas marcas rusas conocidas de bienes de consumo, productos alimenticios, entre otros, quedaron vacantes nichos ocupados rápidamente por empresas rusas, incluidas pequeñas y medianas.
Eso permitirá, agregó, que los flujos de carga puedan ser reorientados hacia los mercados prometedores de los países amistosos, como ha sido históricamente Cuba, por lo que es de prever que las exportaciones cubanas tradicionales podrán ocupar sus nichos de mercado en las regiones rusas.
"Se está desarrollando a buen ritmo el trabajo en esta materia con la participación de los ministerios, departamentos y estructuras comerciales interesadas de Rusia y Cuba, que tiene como objetivo lograr resultados concretos, que ya se notan. Así, por ejemplo, el volumen del comercio bilateral entre enero y abril de este año aumentó casi nueve veces en comparación con el mismo período del año pasado", subrayó Baldin.
Nueva etapa de colaboración
El jefe de la Representación Comercial rusa en La Habana recordó la ayuda integral que brindó la antigua Unión Soviética (URSS) entre 1960 y 1990 al pueblo de Cuba, un antiguo socio clave para Moscú en América Latina.
"En aquel entonces los vínculos comerciales y económicos bilaterales se desarrollaban a toda velocidad con la participación de los ministerios soviéticos correspondientes, las asociaciones estatales de comercio exterior y las empresas que operaban en casi todos los sectores de la economía cubana".
En aquella época —rememoró— se brindaba asistencia técnica a gran escala, se construían grandes instalaciones energéticas e industriales que siguen funcionando, pero requieren de una modernización significativa. Evocó que se establecieron también las entregas regulares de aviones, herramientas, maquinaria industrial y agrícola, vehículos, alimentos y muchos otros tipos de productos soviéticos, que se entregaban a la isla por mar y por aire, y además se cooperaba en el área de la pesca, todo con una gran demanda en Cuba.
"Después de la desintegración de la Unión Soviética, en la década de 1990, nosotros, al igual que los cubanos, enfrentamos dificultades económicas, que también afectaron la cooperación bilateral. En Cuba, estos años se conocen como el "período especial". Tras superar la crisis, preservamos la esperanza de reanudar las relaciones de amistad y beneficio mutuo ya en las condiciones de la realidad de Rusia", enfatizó Baldin.
Con una mirada esperanzadora, aseguró que hoy, como en los tiempos de la URSS, los productos y bienes con la etiqueta "Hecho en Rusia" vuelven a tener demanda en Cuba. Por ejemplo, el diplomático señaló la circulación en Cuba de viejos automóviles soviéticos conservados, como Moskvich, Niva, Zhigulí, Volga, junto a otros más modernos, como Gazelle, Kamaz, Lada, UAZ.
"Por los ferrocarriles cubanos circulan también nuevas locomotoras y vagones rusos para el transporte de caña de azúcar, cemento y otros bienes, y en nuestro país recibieron formación especialistas ferroviarios locales", agregó.
Para Baldin, el potencial comercial, económico, técnico y científico acumulado durante la época soviética brindará a las empresas rusas unas buenas oportunidades para desarrollarlo hoy en las nuevas circunstancias.
"De esta manera, mostramos nuestra disposición a volver a extender la mano de amistad a La Habana, algo que en el plano práctico confirma la implementación exitosa de los proyectos ya mencionados y otros más de beneficio mutuo", concluyó.
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